Varhús, localizada en el Mar del Norte, es una isla rocosa
de pendientes abruptas y verdes pastos, bañada con numerosos lagos y
manantiales, conocida desde el año 1370. La isla se encuentra en mar abierto, entre
Islandia, Noruega y Escocia, y tiene una superficie de aproximadamente 13.000
metros cuadrados. El nombre, Varhús, significa “Casa del manantial”; el nombre
se debe a las estructuras de piedra construidas en medio de los manantiales más
grandes de la isla.
Varhús es conocida por los numerosos manantiales que fluyen
por las zonas menos elevadas de la isla. Unos 16 manantiales, algunos de ellos
con poca actividad, proveen de agua a la comunidad, lo que posibilita la
agricultura y la ganadería en la isla. Entre las dos colinas más altas de la
isla se encuentra un manantial de agua caliente que los habitantes han aprovechado
al construir dos pequeñas piscinas termales
que, gracias a su localización, permiten tener una amplia visión de gran
parte de la isla.
Varhús es una “isla libre” desde el siglo XVII. Como es
habitual entre las islas del Atlántico Norte en la época, cada isla tenía un
propietario. La gente de la isla tenía que pagar al propietario una renta anual
para vivir en la isla. En muchas ocasiones, se trataba de pequeños reinos con
líderes ausentes, ya que normalmente los propietarios tenían una pequeña casa
en la isla que solo utilizaban cuando iban a reclamar y a recaudar las rentas.
En muchos casos, los dueños de las islas utilizaban parte de lo recaudado para
ayudar a los isleños más necesitados.
Los habitantes de Varhús son conocidos por su alta estatura,
su piel clara y sus ojos claros, azules o verdes. Sobreviven gracias a la agricultura de
subsistencia y a la cría de animales, como gallinas, vacas y ovejas. Durante muchos siglos los isleños han trabajado
de manera cooperativa, asegurando la subsistencia de todos y cada uno de sus
miembros, lo que ha dado lugar a la creación de una estructura social muy
unida, donde las comidas y los bailes en grupo son muy habituales.
Se cree que los habitantes de Varhús descienden de los Vikingos
o de otras tribus de origen escandinavo. De hecho, su idioma está considerado
como un dialecto del antiguo escandinavo.
El siglo XX ha propiciado cambios sustanciales para
Varhús. Numerosos barcos comenzaron a
comerciar con los isleños y muchos jóvenes fueron atraídos por el grande y
desconocido mundo exterior. La población, por entonces de unos 200 habitantes,
comenzó a caer rápidamente.