Bialystok es la ciudad
más grande en el noreste de Polonia y la capital de la provincia de Podlasie, ubicada
en las orillas del río Biała. Durante muchos años ha atraído a gente de otras
partes de Polonia y más allá, sobre todo de Europa Central y Oriental. Esto se
ve facilitado por el hecho de que la cercana frontera con Bielorrusia es
también la frontera oriental de la Unión Europea.
La consideración como
ciudad se remonta a 1692, pero la actividad de asentamientos en la zona se
remonta al siglo XIV. Bialystok ha sido tradicionalmente uno de los principales
centros de la vida académica, cultural y artística en Podlasie y el centro
económico más importante en el noreste de Polonia. En el siglo XIX Bialystok
fue un importante centro de la industria ligera, lo cual fue el principal
motivo del crecimiento de la población de la ciudad. Sin embargo, después de la
caída del comunismo en 1989 muchas de estas fábricas sufrieron graves problemas
y acabaron cerrando.
A finales del siglo XIX,
la mayoría de la población de la ciudad era judía. Según el censo ruso de 1897,
de un total de 66.000, 41.900 eran Judios (en torno al 63% por ciento de la
población).
Con el inicio de la
Segunda Guerra Mundial, Polonia fue invadida por la Alemania nazi y la Unión
Soviética y, como resultado del Pacto Molotov-Ribbentrop, la ciudad quedó bajo
control soviético. Fue incorporada en la RSS de Bielorrusia desde 1939 hasta
1941 como la capital de la Voblast Belastok. Después del ataque nazi a la Unión
Soviética en 1941, el área fue tomada por los alemanes y la ciudad se convirtió
en la capital de la región de Bezirk Bialystok, hasta 1944. Los 56.000 residentes
judíos de la ciudad fueron confinados en un gueto, y la mayoría trasladados al
campo de exterminio de Treblinka. La ciudad fue liberada por el Ejército Rojo y
el 20 de septiembre 1944 fue transferida a Polonia.
A través de la inyección
de fondos de inversión de la UE, la ciudad continúa reformándose para
convertirse en una metrópolis moderna.