Darfur era un sultanato musulmán
independiente desde 1596 hasta 1916, cuando los británicos derrocaron
al sultán de Darfur e incorporaron el sultanato como parte de Sudán.
Desde aquella, Darfur ha sido administrado de forma despiadada por los
gobiernos de mayoría Árabe sudaneses, que cometieron tremendas y
sucesivas violaciones de derechos humanos contra la población no-Árabe
de Darfur. Más de 400.000 personas han muerto en la sangrienta y
trágica guerra en la región y docenas de miles de habitantes de Darfur
han sido desplazados de sus hogares, creando una seria crisis
humanitaria en la región. Desafortunadamente, la respuesta de la
comunidad internacional en esta crisis ha sido terrible y ha tenido
desastrosas consecuencias para la población de Darfur. La Autoridad
Regional Interina de Darfur es la encargada de gobernar el viejo
sultanato de Darfur.